Arrojé las rosas sobre la cómoda de un arrebato. El hombre detrás de esa gruesa puerta, al que se referían como el "caballero de las rosas", se alejó con paso triunfal. Suspiré molesta. Era así todos los días... Tenía mucha influencia en esta industria —era una celebridad, por así decirlo—, por lo que no podía rechazar descaradamente el deprimente "regalo de apoyo" que decía haber traído con toda su buena voluntad.
Aún sintiéndome un poco triste, me desplomé en un lujoso sofá de cuero y vi por el rabillo del ojo el ramo que había tirado. Meiko seguramente me hubiese gritado al ver los malos modales con los que había hecho ascos a ese regalo pero, afortunadamente, no había nadie en la antesala.
El hombre me había traído todas las variedades de rosas. Hoy las mismas que ese día... un ramo de rosas azules maravillosas. Debió de haber decidido que solo me daría rosas azules en las ocasiones más importantes. No quería admitirlo, pero era bastante previsor. Tenía ojo para ver las oportunidades. Su mirada decía "Es ahora o nunca".
Mañana sería el acto final de El silencio de la noche nevada, una reinterpretación moderna del antiguo clásico de Burlet. Las rosas significan que me desea suerte. Si tenemos éxito, la compañía Burlet se dirigirá a otro gran punto de inflexión.
El éxito de la primera función, Crazy ∞ nighT, hace dos años, convirtió a la compañía en líder de un renacimiento del teatro en el West End. Recuperamos poco a poco nuestra liquidez; ahora nuestro negocio es el doble de lo que era hace dos años. Y nuestros grandes patrocinadores también atraen a nuevos talentos.
Mientras preservamos el legado histórico del teatro, también nos esforzamos en crear versiones renovadas de los guiones, adaptándolas mejor al estilo de vida actual y atrayendo así a los jóvenes de hoy en día. Esta idea pronto se extendió de nuestra compañía a todo el West End, comenzando una revolución cultural denominada neoclasicismo.
En lugar de simplemente recordar el pasado, heredamos las grandes reliquias y las llevamos a la próxima generación... un objetivo muy relevante y ambicioso. Los miembros de todas las compañías teatrales ya no parecen resignados por sus compañías desmoronadas, sino animados y llenos de esperanza por este renacimiento cultural. Y todo esto comenzó con el incidente de esa noche.
Hoy se cumplen exactamente dos años desde la primera presentación de Crazy ∞ night. En los agitados días que pasaron desde entonces, todos maduraron y mejoraron mucho su actuación, yo incluida…
—¡Voy a entrar, Len! ¡Te traigo las maletas! Oh... ¡Ese traje te queda bien! ¡Seguro que lo bordas! Eh... ¡jajaja-EJEM!
Toc, toc, toc.
—...
Después de entrar y decirme lo que quería, mi hermana de repente recordó algo. Se aclaró la garganta exageradamente y, disculpándose, llamó a la puerta. Ni siquiera sabía por dónde empezar.
—Por lo menos acuérdate de llamar a la puerta, Rin...
—¡Ahh, lo siento, lo siento! Como trabajamos juntos y vivimos juntos... ¡a veces me confundo! Jajajajaja...
Con su habitual sonrisa alegre, Rin no parecía para nada arrepentida. Dejó cuidadosamente las maletas que llevaba en la mesa de centro de vidrio, hizo un gran estiramiento y se sentó en el sofá frente a mí, con la mesa entre ambos.
Mi hermana y yo dejamos la casa de nuestros padres para vivir juntos hace siete años. En casa teníamos mucha complicidad; no nos llamábamos a la puerta para entrar y salir de nuestras habitaciones, y no nos importaba. Pero en el trabajo, nuestra relación era de compañeros. Aunque a ella le faltaban maneras a veces. Y más siendo mujer, a pesar de ser hermanos, debería ser más delicada... Es decir... no quiero que sea clavada a ella, pero...
—A ver si aprendes algo de Luka, ¿eh...?
—...
—¡Jajajaja! ¡Sé toooodo lo que piensas, Len! ¿No ves que soy tu hermana gemela?
—Uh... Ya. Es que debería servirte de ejemplo.
—Bueno, ya hablé con Luka. Y me dijo "Con dieciséis años, es demasiado pronto para que te vean como una mujer. El instinto seductor vendrá a ti de forma natural. No pasa nada por ser tan efusiva como eres".
Rin imitó la postura de Luka —la mano derecha en la cadera, la cabeza hacia atrás y mirándome con aires de superioridad— y su forma de hablar, exagerándolas un poco.
—Tan efusiva como eres, ¿eh...?
De hecho, tanto los inversores como la compañía querían que siguiera siendo así. Es difícil encontrar actrices infantiles con talento.
—¿Pero ella no empezó a ser modelo a los quince...?
—Uf...
—Pero bueno, es importante tener a una actriz infantil con talento... Sería un gran alivio para el grupo que te quedases así para siempre.
—¡¿Cómo que ASÍ?! ¡Ya soy mayor! ¡No quiero hacer papeles de niña! ¡Solo cedo en hacer el papel de muñeca de Crazy ∞ nighT!
—Casi no has cambiado en dos años. Yo creo que puedes seguir haciendo de niña.
—Grrr. Len, eres un...
—Quién diría que podría haber tanta diferencia entre gemelos... Lo siento por ti. Te saco una cabeza o más, ¿no, hermanita...?
—¡Ehhh! Pero yo te llevo ventaja en inteligencia. ¡Soy de crecimiento tardío, pero voy a ser más alta que tú!
Seguí picando a mi hermana mientras me miraba enfurruñada, y pronto se alejó con un puchero. Realmente pensaba que su actuación mejoraría en estos dos años, pero su aspecto y sus pensamientos seguían siendo tan infantiles como siempre. Tendría que animarla o no sería capaz de soportarlo. Me di cuenta de que tenía la mirada clavada en cierto punto, todavía dándome la espalda.
—Oye... ¿Me lo dices en serio?
—...
Su soprano serio hizo eco, no separaba la mirada de las rosas azules en el tocador. El hombre probablemente me las había dejado como regalo de despedida. Con el final de la obra de mañana, renunciaría como actor. Y no es porque ya no tenga ganas de hacer teatro, o porque odie esta compañía, o porque quiera cambiarme a una profesión diferente.
—En dos días me voy. Ya tengo los billetes de tren.
—Ya...
El evento que lo cambió todo… La interpretación de Crazy ∞ nighT, el libreto perdido de Burlet, finalizó con éxito. Tuvo tal repercusión que incluso una vez terminado el primer día del espectáculo, ya había fans que clamaban por más actuaciones. Y no se detuvo en West End; las habladurías se extendieron por todo el mundo, provocando un gran movimiento.
Las interpretaciones asombrosamente creíbles de los actores, el escenario preparado con el más mínimo detalle y el guion con diferentes interpretaciones según cada espectador. Las críticas decían que todo esto hacía parecer que presenciabas otro mundo en el escenario, y nos aplaudieron de todos los campos.
Sin embargo, durante este apogeo de la compañía, anunciamos la verdad sobre el guion falso, nos disculpamos y devolvimos las entradas vendidas en su totalidad. Esta impactante revelación hizo que los medios de comunicación dieran un giro de 180º y nos criticaran. Despreciaban nuestro sacrilegio de Burlet gritándonos en la calle fuera del teatro. Los patrocinadores, desconcertados, se sintieron engañados por nuestras verdaderas intenciones y nos dejaron.
El nombre de la compañía Burlet, que tanta fama había ganado, se desplomó al instante. Además de nuestras deudas pendientes, ahora debíamos pagarles las entradas y las indemnizaciones a nuestros patrocinadores. De repente necesitábamos reunir una gran suma de dinero de la noche a la mañana.
Pero luego, al mismo tiempo... la opinión que acabó dominando fue que no era correcto dejar morir una obra tan magnífica. Algunos se negaron a recibir el reembolso de sus entradas, comenzaron a hacernos donaciones, crearon grupos de apoyo. El impulso para apoyar a la compañía se volvió más apasionado cada día y, antes de que nos diéramos cuenta, no se trataba solo de nuestra compañía, sino de todo el teatro de West End.
Se consideró de nuevo a los teatros como una atracción cultural que debía sobrevivir para las generaciones futuras, lo que llevó al movimiento neoclásico. Empujada por esa marea revolucionaria, la compañía se recuperó financieramente, hasta el punto de llenar durante días seguidos, lo que nos obligaba a trabajar muy duro.
Fuimos honestos con el mundo, nos disculpamos sinceramente y reflexionamos, seguimos esforzándonos y tuvimos una segunda oportunidad. Ese es el futuro al que Miku nos había guiado... es justo como ella dijo.
Nuestro sacrilegio fue un error que nunca se olvidará. Pero mantenerlo en nuestros corazones para reflexionar y darlo todo por ser reconocidos de nuevo fue nuestro resurgir. Errar es humano; ninguno de nosotros es perfecto. Por eso somos capaces de aceptar y superar nuestros errores. Quien nos lo aclaró y nos persuadió no fue otra que Miku en su papel de protagonista.
—Ahh, seguro que el público se pondrá a llorar... cuando digas que te vas de viaje...
—...
—Además, como has crecido tanto y te has vuelto más guay... ¡pobres chicas que querían verte seguir madurando! Bueno, ¡adelante! Haz que lloren... Eh... No, espera. Olvidé por completo que hay otro grupo que va a llorar más... Los que siempre te dan ramos de flores, relojes lujosos y... Seguro que el caballero también estará triste. Eso, ¡vete ya! Haz que lloren...
—Calla o me voy a cabrear, en serio...
Rin se calló rápidamente sin apartar la mirada de mí. Parecía estar preocupada burlarse de mí, y fingí estar realmente enfadado para vengarme de ella. Se vuelve adorable cuando le hago eso, pero realmente no me gusta molestarla de esta manera. Incluso sabiendo que era broma, mi columna se estremeció un poco.
—¡S-Solo bromeaba! ¡Bromeaba! Pero, a ver, irte de repente después de haber trabajado con nosotros durante tantos años... Nadie se lo espera, y te van a echar de menos. Ya has pensado en eso, ¿no?
—Supongo...
—Me ha hecho pensar "Es el tercero"... Sinceramente, me da miedo que se vaya alguien más después de ti...
Soy el tercero... Más que cualquier otro actor en la compañía, el elenco principal hemos sido amigos durante años y confiamos profundamente los unos en los otros. Que uno de nosotros se vaya repentinamente es muy doloroso para los que deja atrás. Rin, especialmente, era la que más miedo tenía de las despedidas. La primera que nos tocó vivir… Fue hace unos tres años, cuando la compañía casi quiebra.
Nuestra actriz estrella lideró el movimiento de los rebeldes que buscaban un cambio en la compañía. Decir su nombre todavía es tabú... especialmente entre nosotros, el elenco principal. Antes de nuestros problemas financieros extremos, la adoraban como representante principal de la compañía junto a Kaito. Incluso yo la admiraba como actriz y como persona. Pero…
"Las obras de la compañía Burlet son un quiero y no puedo" dijo el día que se anunció que nuestra audiencia había alcanzado un mínimo histórico. Y ahí fue cuando rompimos, en cierto sentido. Ella propuso una revolución: descartar las obras de Burlet que habíamos protegido desde su creación y cambiar a otras nuevas, para mantener viva la compañía.
Pero nos habíamos unido a esta compañía para representar las obras de Burlet y proteger su legado. Si solo quería actuar, tenía la opción de irse a otra compañía en cualquier momento o irse al cine. Ella había olvidado esa firme determinación. No tenía sentido que hiciéramos lo que decía siendo la compañía Burtlet, así que era difícil aceptar su punto de vista.
Empezando por nuestro líder, Kaito, el elenco principal que actuábamos en Crazy ∞ nighT (Meiko, Luka, Gack, Meg, Rin y yo), nos opusimos unánimemente a ella y luchamos contra los revolucionarios, como conservadores. Ninguno de los dos bandos cedía para encontrar puntos en común, y muchos días había discusiones que no llegaban a ninguna parte, eran solo gritos y más gritos.
La situación favorecía a los rebeldes. Todos se dejaron influir gradualmente por la opinión de su líder y, además de eso, algunos empezaron a despreciar a Burlet, a quien antes admiraban, como si lo culparan por los problemas de la compañía. Hasta que finalmente, hubo un incidente. Una mañana, cuando llegué a trabajar como de costumbre, encontré estatuas, retratos y otros artefactos de Burlet destrozados en la entrada del teatro. En el momento en que lo vi, me decidí: tenía que proteger las obras y la historia de Burlet, esta compañía y todos los que aún creíamos en ella.
Me fui directo a buscar a Meg, que en ese entonces solo había estado en la compañía poco más de dos años, y le pedí que me mostrara el guion del que estaba más orgullosa y que aún no había publicado. Me mostró un misterio fantástico sobre siete personajes peculiares que vivían en una mansión extravagante en un bosque espeluznante, que una noche recibían la visita de una chica; luego ocurrían incidentes extraños y todos trabajaban para descubrir al culpable. La historia era un poco torpe, pero tenía algo que me atrapó, así que pronto se la mostré a Kaito.
Kaito era un gran admirador de su Twilight Night. Su aprobación fortaleció mi resolución de ejecutar el plan. Falsificamos el guion como el libreto perdido de Burlet, Crazy ∞ nighT, y anunciamos su repentino descubrimiento fortuito, atrayendo la atención del mundo para intentar revivir la compañía. Todo lo que se sabía de Crazy ∞ nighT era el título; no había información sobre qué tipo de historia era en realidad. De hecho, era bastante conveniente.
Cuando le conté mi plan a Kaito, al principio me miró como si estuviera loco. Todavía lo recuerdo diciéndome "Siento haberte dado esta responsabilidad, siendo tan joven" y "Les diré a todos que fui yo quien ideó el plan, así que no digas nada", disculpándose conmigo al borde de las lágrimas. Me molestó que me tratase como a un niño. Pero ahora que han pasado tres años, creo que su sincera amabilidad fue muy útil.
Kaito reunió a todos los miembros conservadores para discutirlo. Sin saber si la compañía Burlet tendría un mañana, nos preparamos y llevamos a cabo el plan en secreto sin que los rebeldes lo supieran.
Después de la entrevista sobre el descubrimiento de Crazy ∞ nighT, aceptamos de nuevo a los ex rebeldes como amigos y el conflicto se disipó. Pero su líder no estaba convencida del todo. Kaito le extendió la mano, ofreciéndole otra oportunidad de ser amigos; trató de persuadirla apasionadamente. Pero cuando ya casi estaba a punto de aceptar... le dije:
—Es demasiado tarde para pasar página. Esta compañía ya no te necesita.
En ese entonces, simplemente no podía perdonarla por haber roto sin pensar esas reliquias de Burlet. Ella nunca respondió; simplemente se fue bastante afectada.
—... , ¿no crees? En serio... ¡Len! Len, ¿me estás escuchando?
Rin puso mofletes con disgusto y me miró con los brazos cruzados.
—...
—Caray. ¿Otra vez te estás poniendo sentimental pensando en ti mismo? ¿Sigues preocupado por esa chica? Porque dudo que a ella todavía le importe que le dijeras "¡Nadie te necesita! ¡Vete, vieja tonta!". Además, el otro día escuché que ella no le importa a nadie.
—Bueno, lo que tú digas. Pero no pongas falsamente en mi boca ese insulto tan infantil. Además, aunque a ella no le importe, no significa que no pueda... Espera, ¡¿QUÉ?! ¿Dónde... cómo sabes...?!
—¿Eh? Justo después de que ella se fuera hace tres años, diablos, casi parece su reemplazo, ese caballero con las rosas de repente comenzó a venir, ¿recuerdas? Entonces…
—¿Qué...? ¿Ahora qué tiene que ver él...?
—¡Ey! ¡Déjame terminar! Bien, el día después de que se fuera, el caballero empezó a venir al teatro... Y por alguna razón, te trae rosas cada día desde entonces. Mi intuición me dijo... No, mi olfato de detective me dijo que algo escondía... ¡Y entonces me di cuenta! ¿Podrían ser... padre e hija?
—¡...! Imposible...
—¡Eso es! Tuve una corazonada, así que se lo pregunté en secreto. Y, ¿sabes qué? Es tal y como predije. Luego hablamos de un montón de cosas, como "¿Le está yendo bien a su hija?" y "Lamento que Len le dijera eso tan terrible". Y dijo "No, no. Mi hija tiene la culpa de haberos molestado" y "Ahora me ayuda con las tareas de casa".
—¿Por qué carajo nunca me has dicho nada de esto...?
—¿Eh? Bueno, a ver, Len, ¡la tachaste por completo y la expulsaste cuando ella iba a hacer las paces con vosotros! Pensé que sería más divertido que siguieras pensando: "Herí a alguien que tenía un futuro prometedor y la obligué a renunciar... ¡Qué mal! ¡Me arrepiento!"
No podía creer que era el único que no sabía absolutamente nada de esto, me habían engañado completamente. A menudo pensaba que tenía que haber algo detrás de las visitas de ese caballero, pero esta explicación inesperada me hizo explotar el cerebro.
—¿Todavía tienes contacto con ella, entonces...?
—Si te interesa, pregúntale directamente al caballero. Él te dirá cómo le va la vida a su hija. Aunque supongo que si todavía estás enfadado por lo que hizo, no podrás hablar con él tan fácilmente. Pero si quieres contactar con ella de todos modos, puedes decirle que la compañía tomó el camino conservador y superó sus problemas financieros.
—Ahora puedo entender lo que trataba de hacer en ese entonces... Pero si hubiéramos cedido y eliminado el Burlet de la compañía Burlet... O, al revés, si nos hubiéramos empeñado en hacer obras puristas de Burlet... De cualquier modo, creo que la compañía habría estado condenada. La razón por la que todavía continuamos en pie... es porque después de irse ella vino Miku. Todo es gracias a Miku.
—Sí...
—Miku nos mostró una posibilidad intermedia. Nos enseñó la importancia de llegar a un acuerdo. Encontró la sintonía entre los argumentos revolucionarios y conservadores... Y lo hizo destacando lo mejor de cada postura.
—Así es. Todos tratamos de detenerla, pero Miku no dudó en vender ese brazalete de Burlet… Era un recuerdo de su abuela, ¿no?
—Sí...
—Tiene que ser duro deshacerte de un recuerdo de tu único pariente. Pero Miku tomó la iniciativa y nos arrastró con su determinación… A pesar de que solo era una novata y estuvo aquí por seis meses, creía y apostaba mucho por nosotros. Así que nos aseguramos de disculparnos por nuestro error y nos dimos cuenta de lo que era realmente importante, lo que deberíamos estar haciendo.
—Estábamos bastante desesperados… Kaito soltó todas sus antiguallas y fue a rogarle dinero a su padre, al que tanto detestaba…
—Y tú vendiste casi todas las cosas de Burlet que habías coleccionado. Estabas bastante fuera de ti... Todos hicimos lo que pudimos para recaudar esa enorme suma. Pero... al final, la mayoría de la gente no quiso aceptar el reembolso, así que fue en vano. Nos quedamos con una cara... Me siento tan mal, que aún ni siquiera me hace gracia...
Rin me miró con ojos de compasión mientras lo recordaba, sonriendo amargamente.
—Para... Deja de meter el dedo en la llaga.
—¡Para todos parecía el fin del mundo! Especialmente para Kaito y tú. Abristeis tanto los ojos que creo que parecía que no hubierais dormido en toda la noche.
—Ahora que lo pienso, Meg y tú lo superasteis enseguida.
—¡Ejem! Para empezar, yo no tenía nada de valor que vender. Meg dio un montón de libros viejos raros, creo, pero dijo que podía ir a la biblioteca en cualquier momento para releerlos. Según ella, las versiones simplificadas son mucho más fáciles de interpretar que las originales, y le pareció bien para hacer limpieza en su casa. En eso tengo que darle la razón.
Mi hermana asintió mientras recordaba lo desordenada que era Meg. Espero no vivir nunca en una casa como la suya.
—En fin... No tenéis ni una pizca de sensibilidad...
—¿Y eso es malo? ¡Se llama ser práctico! Cambiando de tema, Len, antes de que te vayas, creo que deberías hablar con ese caballero y su hija...
—Lo sé. Sigo sin creer que sean familia, pero... Iré a hablar con ellos mañana antes de irme.
—¡Genial! Piensa bien qué les dirás. Creo que al caballero siempre le han gustado las obras de Burtlet, y por eso su hija quiso ser actriz. Quizá podrá volver a perseguir su sueño si la perdonas.
—Le diré que vigile la nueva compañía Burtlet...
Rin sonrió y cruzó los dedos.
—Pero, jolín… Ha sido muy repentino, no me lo esperaba. ¿Ya has avisado a los demás?
—Aún no... Pero...
—Bueno, ¡no pasa nada! Al principio les sorprenderá, pero serán comprensivos y te desearán lo mejor. ¡No te preocupes, Len!
—Eso espero...
—Lo entenderán. Porque te vas por ti y por la compañía, ¿verdad? Siempre lo has dicho. Quieres ver, oír y experimentar más del mundo. Para mejorar tu perspicacia y tus habilidades de interpretación... Es lo que dices desde hace muuuucho tiempo. No tendrás que dar explicaciones... ¡son tus amigos, lo saben!
—Rin...
Mi hermana bajó la mirada, un poco triste, y luego se volvió hacia mí con una sonrisa amable.
—Esto... Me llegó una carta hace poco...
—¿Una carta?
—Sí. De papá...
—¡...!
Una carta suya... ¿Qué demonios podría ser? Y Rin probablemente ya la había leído... La miré con preocupación, pero no parecía asustada o contrariada.
—No te preocupes, Len... No sigo siendo una niña. He cambiado desde esa vez que no podía parar de llorar porque a papá no le importaba. Antes o después, los pollitos se van del nido y hacen su vida, ¿no...?
—Sí... Esto... ¿Qué decía la carta?
—Quiere quedar conmigo...
—¿Qu...? ¡¿En serio?! ¿Cara a cara? ¿Cuándo...
—No voy a ir.
—¿Por qué no...? —no podía creer lo que me estaba diciendo, así que respondí sin pensar.
—Ya le escribí respondiéndole que no quiero verlo y se lo envié.
—¿Cómo...? ¿Cómo has...?
—¿Querías verlo tú, Len...?
—...
Mi padre... Mentiría si digo que no quiero conocer a uno de los mejores actores del mundo. Viéndolo como el reputado actor que es, no como mi padre, me lanzaría de cabeza a la oportunidad de conocerlo... Pero nunca pensé que llegaría el día en que dijera que quería conocernos. Nunca tuvo ningún interés en nosotros, siempre estaba demasiado ocupado con la vida de artista; solo se amaba a sí mismo. Pero cuando lo vi actuar a través de una pantalla, como alguien de la misma profesión, no pude negar su abrumador carisma. Todos los actores aspiraban a sus interpretaciones perfectas y fluidas, y deseaban ser como él.
—Creo que lo conoceré cuando sea una actriz en toda regla. ¡Con mi marido!
Rin puso una sonrisa de oreja a oreja con un posado aún más confiado que el de Luka.
—¿Ya tienes en mente casarte...?
—¿Qué? ¡Claro! Se lo presentaré por sorpresa en plan "¡Me caso!".
—Te estás adelantando un poco... Ni siquiera tienes novio aún...
—Qu... ¡Mira quién habla, Len! Hasta entonces, ¡urdiré el plan perfecto para enamorar a mi futuro esposo!
—Un plan maestro que solo existe en tu cabeza... Compadezco a tu futuro esposo...
—Eh... ¡¿Qué quieres decir con eso?!
—Ya pareces entusiasmada por tenerlo a tu merced. Hasta quieres presentárselo a tu familia...
—¡Por supuesto! ¡No renunciaré al título de Milord!
—Uf... En serio, me compadezco de él, sea quien sea. Entonces, ¿eso es todo lo que querías decirme? Es casi la hora.
Volví mi mirada a una caja de madera en la mesa de cristal entre nosotros.
—¡Oh, casi me olvido! ¿Sabes ese chico que reserva los asientos especiales todas las noches? Ese con el sombrero de seda y el flequillo que le cubre la cara, como si fuera Burlet...
—¿El barón del sombrero?
—¡Sí, ese! ¡Nos ha felicitado por el segundo aniversario de Crazy ∞ nighT.
Dentro de la caja había una botella de vino tinto. Miré la etiqueta.
—Parece muy antiguo... Seguro que es caro.
—Sí, quizá dé para comprarse una casa... Es increíble. Pero me pareció de mala educación rechazarlo, y él me agradeció que no lo hiciera. Y como hoy volvemos a reunirnos todos los de entonces y daremos una fiesta después de la función, ¡podemos abrirlo! ¡Nos lo beberemos entre todos! Seguro que sabe genial...
Rin se abrazó a sí misma mientras se le iluminaban los ojos.
—Hmm...
—¿Eh...? ¡No pareces contento!
—Bueno, no me gusta especialmente el vino. Toda la ceremonia de abrirlo, servirlo y decir a qué te sabe cuando lo pruebas... es demasiado sibarita. No es mi estilo.
—¡Rayos! No seas ridículo y sigue la corriente, que no hay para tanto. A veces vas de exquisito y eres más vulgar de lo que crees, Len. Pero, ah... Él amaba el vino... Si estuviera aquí, seguro que le gustaría probarlo.
"Él"… Sí, amaba el vino lo suficiente como para hacerlo con sus propios viñedos. Seguro que le relucirían los ojos con este.
—Bueno, ¿puedes avisar a todos de que la fiesta está lista?
—Claro. Pero no sé si todos van a poder venir. Así, sin avisar...
—¡Sí, se lo he comentado a todos antes! ¡Los siete están libres!
—¿En serio...? Aunque hay alguien de quien no estoy segura, si hablamos del elenco de Crazy ∞ nighT... No sé si llegará tarde, como en los viejos tiempos...
—¡No te preocupes! Meg ya hace horas que está aquí. Creo... Creo que ahora es bastante autosuficiente. Después de ese día no ha vuelto a llegar tarde, incluso si viene sola.
—Ah… Sí... No ha llegado tarde ni una vez desde entonces...
A partir de cierto día, Meg aprendió a ser puntual, pese a su historial de tardona. Según ella, porque ya no hay nadie que vaya a buscarla si llega tarde…
—¿Y él, dónde supones que está ahora?
—Quién sabe…
Los recuerdos cruzaron por mi mente. La segunda gran despedida que vivimos. Justo después de la presentación de Crazy ∞ nighT, desapareció sin previo aviso. Todo lo que dejó fue una carta que decía "Ha estado muy bien. Gracias por todo." Registramos su casa y su finca, pero nadie sabía adónde había ido.
Su marcha repentina nos pilló por sorpresa y nos entristeció, pero tomando en serio las palabras de "Ha estado muy bien", los siete restantes decidimos seguir adelante. Quién sabe si fue su ausencia o qué, pero... especialmente después de la primera noche de la actuación de Crazy ∞ nighT, los lazos entre nosotros se estrecharon.
Un golpe en la puerta me sacó de mis pensamientos. Abrí.
—Uh... Len, ya casi es la hora.
—Miku, te veo muy nerviosa... ¿Estás bien?
—Bueno... Esto...
Miku entró. Llevaba un abrigo grueso con la capucha puesta. Era su atuendo para la escena nevada, aunque parecía darle calor en la época del año actual. Miku había estado en la compañía durante dos años y medio, pero aún se ponía nerviosa antes de un espectáculo. Estaba temblando como si estuviera a punto de colapsar, y su rostro se puso rígido.
—¡Mucha mierda a los dos! Ya terminé mi parte ayer, así que veré el epílogo desde el público... ¡Tu... tu última vez, Len!
—No será la última... Volveré. Cuenta con ello.
Guiñándonos un ojo y palmeando a Miku en la espalda, Rin salió de la antesala. Miku se quedó con el ceño fruncido. ¿Tan fuerte la había golpeado?
—¿Te quitó los nervios? A mí siempre me funciona... Me los quita de golpe.
—¡Sí...! Ahora en vez de pensar en los nervios, ¡pienso en el dolor!
Me sentí aliviado por la primera sonrisa que había visto de ella hoy. Esta vez no tenía un papel importante, pero actuaba conmigo, el protagonista, en la escena final del último acto en la que llorábamos a los muertos. Era la escena más exigente de la obra; una en la que ella y yo siempre habíamos querido actuar, nuestra favorita entre las historias de Burlet. Y en esta versión, adaptada a la audiencia actual, los personajes eran ligeramente más adultos. Estaba tan nervioso como emocionado. Pero Rin, viniendo y hablando conmigo, alivió la mayoría de mis nervios.
—Ah... ¿Rin dijo que será tu última vez...?
—...
Traté de ocultarlo, pero naturalmente ella se dio cuenta. Hubo un tiempo en el que siempre estaba demasiado concentrada en sí misma para prestar atención a las conversaciones de las personas y los motivos de sus acciones. Realmente había madurado en menos de tres años.
—No es nada. Concentrémonos en la obra por ahora.
—Es verdad... ¡Vale!
Brevemente inquieta, confió en mí y dibujó una amplia sonrisa. Podía leer los sentimientos de los demás en situaciones así, y como muestra de confianza, nunca hacía más preguntas de las necesarias... También había mejorado mucho en leer entre líneas. Había madurado. Podría arreglárselas perfectamente sin estar yo cerca.
Poniéndome un abrigo blanco, me miré en el espejo por última vez. Listo. Las rosas en el tocador brillaban con la luz de la luna que entraba por la ventana. Las rosas azules significan milagros... Cada vez que las miro, de alguna manera, siempre recuerdo el momento único de esa noche.
Discutimos con Miku, hubo discordia entre nosotros, así que Miku se escapó y la perseguimos... Nos lanzó un cuchillo, que hirió a Kaito, y cuando estuvo a punto de caerse por las escaleras...
Todo sucedió en un instante. Kaito y los demás lograron agarrar la mano de Miku a tiempo, por lo que no pasó nada grave, pero luego... Los ocho de repente comenzamos a llorar sin saber por qué. Sin ningún motivo aparente, seguimos llorando. Nos disculpamos mutuamente con Miku y hablamos las cosas. Le pedimos disculpas por negar obstinadamente su opinión, y ella hizo lo mismo, por creer en una carta misteriosa más de lo que creía en nosotros.
En solo un momento, se formaron fuertes lazos entre nosotros. Siempre he pensado que hubo algo especial en ese momento, algo mágico, pero todavía no sé qué fue.
De repente, vi que había un pequeño trozo de papel en el fondo de la caja del vino. Parecía un mensaje del remitente. Sabía de quién se trataba: el hombre que nos miraba desde los asientos especiales casi todos los días. Con un sombrero de seda y un largo flequillo que le cubría la cara, un imitador de Burlet que ciertamente se parecía a los retratos de mi colección.
Fue el primero de nuestros admiradores, y ahora tenemos muchos más. Pero aun así, los que nos han brindado su apoyo durante tanto tiempo me hacen sentir más agradecido y feliz que cualquier otra cosa. Tomé la pequeña nota con una escritura elegante y la miré.
—¿Eso es... del barón del sombrero del que Rin hablaba...?
Supuse que Miku quería leerla también; se puso de puntillas para mirarla.
—No, no lo leas.
—¡¿Q-Qué...?! ¡Déjame verlo!
—Vale, vale.
Había crecido bastante, y ahora le sacaba una cabeza. Sostuve la tarjeta lo suficientemente baja para que ella la viera.
Encontré un vino magnífico, así que por favor pruebenlo todos. ¿No es magnífico acompañar con vino una "noche loca"...? Aplausos y gracias por tan estupenda noche. Firmado: el Mayordomo Fantasma.
Sorprendido, leí cuidadosamente cada palabra. No podía ser. Pero pensándolo bien, se saltaba los ensayos a menudo, se iba cuando nadie lo veía y luego regresaba de repente. ¿Era él, el que ya no estaba con nosotros, ese barón del sombrero...?
Si fuera así, en los días que no salía a escena, ¿se disfrazaba para venir a ver nuestras obras como público...? Pero, ¿con qué posible propósito?
—Len... Este mensaje es del barón del sombrero, ¿no...? Pero, el Mayordomo Fantasma... y la forma en la que dice "magnífico", ¿crees que...?
—...
—Ey, incluso esta firma es la que usaba Burtlet... Qué elegante, ¿no?
En la parte inferior de la nota había un sello de cera. Era exactamente como el que yo conocía. Desde que era joven, coleccionaba artículos del legendario dramaturgo Burlet. Usaba un sello muy característico para firmar. Tenía una calidad tan impresionante que incluso yo tuve que llamarlo "magnífico". La forma en que el barón del sombrero podía imitar su apariencia hasta el más mínimo detalle también era magnífica. ¿Cómo había logrado recrear este sello que, cien años después, ni siquiera los coleccionistas tienen?
—No puede ser el real, ¿no...? No... No puede ser... Han pasado cien años.
Me vino a la mente una teoría absurdamente irreal, que descarté de inmediato. Era ridículo. Si estuviera vivo, tendría más de ciento cincuenta años. Inconcebible. La descripción utilizada comúnmente para elogiarlo, que creaba mundos abrumadoramente realistas en el escenario, no tenía poderes mágicos.
—Me pregunto si está bien...
—Seguro que sí. Estará haciendo vino con sus viñedos.
Nuestro amigo misterioso probablemente nos observaba desde fuera de la compañía como un amante más de las obras de Burlet. Y esa noche, disfrutando del vino de alta calidad que nos había regalado, hablaríamos sobre él.
Desde ese día... desde ese momento, algo cambió. Todos, yo incluido, aprendimos de nuestros errores del pasado y tratamos de cambiar. Sí, gracias a Miku, nuestra cenicienta, que maduró hasta convertirse en la actriz estrella de la compañía en tan solo dos años. Como siempre, a veces todavía cometía errores en el escenario, pero después de ser la protagonista de Crazy ∞ nighT pareció ganar mucha confianza en sí misma y mejoró notablemente su interpretación. Lo suficiente para hacerme sentir que no podía quedarme sentado.
—Es hora de irse...
—Sí... ¡Vamos a darlo todo!
Ya había anochecido. El cielo estaba oscuro y sin nubes. Soplaba un fuerte viento contra la ventana, pero no llovía. Una noche con una hermosa luna. Respiré hondo y me acerqué a la puerta metálica de la antesala que me conduciría a la obra de esta noche.
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